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24 febrero 2025

LOS CHINOS EN AZUERO


No se trata de ser xenófobo, ni de estar en contra de la persona como tal, ni mucho menos pretender regresar a los años cuarenta de la pasada centuria. Es más, creo que no hay sociedad en el planeta que logre progresar y desarrollarse sin el concurso de otros grupos humanos, porque los mismos contribuyen a enriquecer y fomentar el cambio social y cultural.

Como dice el viejo adagio popular “el culantro es bueno, pero no tanto” Y estas   meditaciones surgen a propósito de constatar la numerosa presencia china en la región de Azuero; porque según fuentes consultadas existen más de 600 empresas asiáticas en la zona peninsular.

Dando una mirada al pasado y comparándolo con el presente, constatamos que los asiáticos asomaron su rostro por la tierra de Belisario Porras Barahona desde la segunda mitad del siglo XIX y a lo largo del siglo XX. Sin embargo, el primigenio flujo migratorio no se compara con el existente en la era contemporánea, caracterizado por una oleada invasiva de los asiáticos.

No hay que ser un experto para darse cuenta de que la modalidad contemporánea se distingue por la numerosa presencia china, como queda dicho, y la existencia de un capital económico que financia la compra de tierras, inversión en edificios y trae a personas desde la tierra de Confucio.

En mis investigaciones peninsulares he visto registrado en las pocas fuentes documentales de la pasada centuria, uno que otro habitante del Sol Naciente y mucho menos en la centuria decimonónica. Aquellos personajes eran una rareza en nuestros pueblos y hasta se tejían leyendas que nacían de verlos como extraños extranjeros, los que terminaron integrados a la cultura de la zona, en un amasijo de nombres y apellidos hispánicos y orientales. Al punto, que hasta existe una pieza interpretada con acordeones, que destaca la destreza y preferencia de una mujer china en el baile con el instrumento de pitos y fuelle.

Esta última es, si se quiere, expresión no exenta de folklore, pero hasta allí queda el fenómeno sociológico, ya que lo de hoy es cosa muy diferente. Porque la presencia china es una poderosa fuerza económica que está a punto de controlar la economía regional y cuyo influjo cultural viene a incidir en la identidad de los orejanos de Azuero, por no decir la panameñidad como tal.

En lo personal pienso que este flujo de inmigrantes asiáticos debe ser controlado, porque el país no puede permitir que el poder financiero foráneo termine perturbando las inversiones de los panameños y entregando nuestra economía a la voracidad del capital externo. Porque si bien aplaudimos la presencia de capitales internacionales en la zona, los mismos no deben ser dominantes en la economía nacional, porque nos deben el respeto que merecemos como nación hospitalaria y abierta a la inversión exógena.

Mis respetos y aprecio a la colonia asiática, pero ese abrazo de hermanos no implica llegar al extremo de sacrificarnos por un distorsionado concepto de apertura democrática y de solidaridad internacional, aunque vivamos tiempos de mundialización, con o sin ruta de la seda.

…….mpr…

20/II/2025.


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