Entre las tantas ideas concebidas por los fundadores de la República de Panamá para promocionar nuestro país, estuvo la de editar un texto que reflejara las oportunidades que ofrecía la recién estrenada república a los capitalistas interesados en invertir en ella. Así surgió en el año 1916 el llamado Libro Azul; síntesis y vitrina promocional de empresas y panameños que en el ámbito nacional se destacaban por sus labores agrícolas, ganaderas, comerciales, profesionales e industriales.
En lo atinente a las provincias de Herrera y Los Santos, encontramos una amplia gama de personas y de hechos que nos permiten adentrarnos al mundo social que caracterizó el Azuero de inicios del Siglo XX. En ese mundo social encontramos educadores, agricultores y ganaderos, minorías étnicas, médicos, sacerdotes, políticos, burócratas y abogados. Todo ilustrado con fotografías que contribuyen a darle vida al texto que aparece redactado en inglés y español.
Entre esos personajes nos encontramos en el ramo educativo con la figura del maestro costarricense Santiago Bolaños, que al inicio del siglo XX imparte lecciones en la Ciudad de Las Tablas. Oficio similar desempeña Pedro A. Cumplido, colombiano radicado en Guararé, donde labora como docente en la escuela primaria. También aparece el farmacéutico Federico Zetner, peruano descendiente de padres alemanes, quien administra una botica en Chitré, siendo además el encargado de la Oficina de Administración de Tierras. A su vez el Dr. Ernesto Ortiz anuncia su clínica dental en la Tierra del Caudillo. Otro tanto hace Juan Crespo Márquez, con padres oriundos de Pesé, pero nacido él en Los Pozos, quien presenta una ficha que habla de sus labores burocráticas. En Las Tablas, Constantino Sáenz y Aníbal Céspedes, promocionan los servicios del Hotel Unión.
Una perspectiva sociológica más clara aflora en el análisis si tomamos en consideración el lugar donde residen los biografiados y las actividades que realizan. Aparece de esta manera una radiografía social que nos permite atisbar en el incipiente aparato de dominación social de nuestras comunidades rurales.
Entre los pueblos azuerenses que en el LIBRO AZUL aparecen, podemos destacar los siguientes personajes de la sociedad orejana:
Pesé: Julio Arjona Q. (abogado), José E. Arjona (médico), Alcibiades Arjona Q. (comerciante dueño de finca de 1000 hectáreas y 1000 cabezas de ganado), Temístocles Arjona (residente en la Ciudad de Panamá, 150 cabezas de ganado en Pesé), José B. Varela (gallego, dueño de ingenios), Jesús M. Varela (comerciante, se indica que posee 4 hectáreas de café cerca de Las Tablas), Santos Guillén (comerciante y ganadero dueño de 600 hectáreas), José Antonio Agreda (sacerdote).
Ocú: José María Núñez (abogado, residente en Panamá y con 400 hectáreas en Ocú), Jorge Juan Medrano (oriundo de Siria, ganadero y propietario de cafetales con 10,000 cafetos), Juan P. Mirones (funcionario público, dueño de fincas y ganadero), Asunción Alba Granados (funcionario público, agricultor y ganadero), Maximino Carrizo Castillero (comerciante, ganadero y funcionario público). Felipe Villarreal (comerciante y ganadero), José María Villarreal (comerciante, agricultor y ganadero), Pablo Quintero (comerciante y hotelero, dueño de 60 hectáreas de terreno).
Los Pozos: Buenaventura Nieto (comerciante y funcionario público), Juan Crespo Márquez (de padres peseenses, laboró en La Villa de Los Santos y Pesé donde fue Jefe de Policía y Revisor de Obras Públicas, respectivamente).
Parita: Manuel J. Ugarte (funcionario público, propietario de bienes raíces y ganadero), Santiago Bosch (agricultor y ganadero, propietario de 150 hectáreas), Juan Manuel Porcell Arrue (alcalde, gobernador, diputado, comerciante, ganadero, exportador de maderas), Santiago Porcell (alcalde, comerciante, ganadero y propietario de 250 hectáreas en las que abunda el cedro).
Chitré: Melitón Martín Villalta (sacerdote oriundo de Zaragoza, España), Valentino Guerrini (italiano, ingeniero, masón, poseedor de terrenos y bienes raíces), Encarnación Correa (propietario de destilería de aguardiente, dueño de terrenos y comerciante), Pablo Barés (francés, propietario de tenería), José M. Márquez (propietario de destilería de aguardiente, funcionario público, agricultor y perteneciente a la Logia Masónica), Bolívar Márquez (farmacéutico y funcionario público), P. P. Rodríguez (comerciante, dueño de fincas urbanas y rurales), Pacífico Ríos (Gobernador y comerciante), Tomás de A. Sánchez (funcionario público).
Villa de Los Santos: José Solís Pérez (dueño de destilería, plantaciones de caña de azúcar, agricultor), Manuel Moreno (médico y farmacéutico), Ignacio Quinzada (abogado y funcionario público), José Villalaz (comerciante, dueño de una finca de 15 hectáreas), José Vásquez Delgado (sacerdote guarareño, fundador de la sociedad "San Juan de Dios"), Sacramento Magno Moreno (agricultor, funcionario público, propietario de 200 hectáreas), Manuel M. Grimaldo (propietario de fincas). C. M. Fonseca (dueño de farmacia).
Las Tablas: Carlos L. López (abogado y funcionario público), Ceferino Arrue y Broce (sacerdote), Clemente Céspedes (maestro, secretario de juzgado), Manuel Cal (español, comerciante), Francisco González Roca (comerciante, ganadero, destilador de aguardiente, alcalde), Constantino Sáenz y Aníbal Céspedes (propietario del Hotel Unión), Ezequiel Urrutia Díaz (distinguido funcionario público, dueño de cañaverales de 400 hectáreas y de destilería), Silverio Villarreal (comerciante y funcionario público), Nicolás Ardito (italiano, ganadero, propietario de fincas, cultivador de cacao), Ernesto Ortiz (odontólogo), Agustín Decerega (comerciante, alcalde, dueño de granja), Justo P. Espino (administrador de tierras, dueño de finca de 100 hectáreas), Arnoldo Cano (maestro), J. M. De León (sastre).
Macaracas: Cecilio Pérez (ganadero, comerciante y funcionario municipal), Teófilo Castro (comerciante, agricultor y dueño de finca de 190 hectáreas, funcionario municipal e inspector de escuelas), Isaac Moreno Igualada (comerciante, diputado y alcalde).
Guararé: Ubaldino Córdoba (sacerdote), Teodolinda Zarzavilla (comerciante).
Como hemos podido apreciar, el Libro Azul nos ofrece una ventana para apreciar los grupos dominantes de las provincias de Herrera y Los Santos. Del anterior abigarrado conjunto de informaciones podemos extraer algunas conclusiones provisionales. Entre ellas están las siguientes:
1. Surgimiento de una incipiente burguesía pueblerina en las "ciudades" de la costa azuerense. 2. El grupo dominante azuerense deriva su poder de actividades de tipo comercial, ganadera, religiosa y del control del aparato burocrático de la recién creada república. 3. Existe una notoria presencia de minorías étnicas en el área (sirios, españoles, franceses, italianos, etc.). 4. Papel relevante parece desempeñar en la economía la comercialización de la caña. 5. Al parecer comienzan a cobrar importancia profesiones distintas a las agrícolas y ganaderas (farmacéuticos, médicos, maestros, abogados, etc.). 6. Sólo una mujer –la guarareña Teodolinda Zarzavilla– aparece registrada como comerciante; el resto de las féminas se nombran como esposas de los biografiados y en un segundo plano social. Todo sugiere que estamos ante una sociedad controlada mayoritariamente por el sexo masculino.
Podemos indicar que aunque no todos los personajes que aquí se mencionan pueden considerarse como integrantes del grupo dominante pueblerino, es evidente que un estudio que analice detalladamente los comunes árboles genealógicos arrojaría muchas luces entorno a la modalidad que asume la hegemonía social en Azuero
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