Algunas
aristas del tema de la minería son sencillamente escalofriantes. En Cerro
Quema, por ejemplo, las cifras hablar por sí solas. Te voy a facilitar algunas,
la mayoría de ellas tomadas de reportajes en los que participan los propios
mineros empeñados en sembrar, sobre la cultura del potrero, la cultura de la
minería. Asumo que no están haciendo gala de algún hábito mitómano y que los
guarismos, en efecto, se aproximan a la realidad.
Se
afirma que el cerro rico de Los Santos podría llegar a producir 11 mil onzas de
oro mensuales. Si tomamos en consideración que en la actualidad (22/V/2012) la
onza de oro se cotiza en B/ 1,560.40, luego los mineros tendrían mensualmente
la suma de B/17,164,400. Esto significa que anualmente la ganancia bruta
rondaría los B/ 205,873,800. Si esto es así y hacemos unos cálculos conservadores
de una ganancia del 25% de la cifra señalada, estos señores se ganan B/
8,234,953 anuales. En otras palabras, cada día que el sol alumbra la cima del
Canajagua se embolsan B/ 22,561.51. Mire que lo que asevero es importante, porque
nunca nadie en 500 años de historia santeña ha ganado semejante cantidad de
dinero, aparte de que luego que
concluyan la extracción minera ellos seguirán siendo dueños de las
14,893 hectáreas que poseen y podrían derivar de ellas otras cuantiosas
utilidades. Y conste que no estoy incluyendo las 21,236 hectáreas, integrantes
de las 190,000 que en la región están concedidas para exploración minera. A
propósito, en un área minifundista como la santeña, Minera Cerro Quema viene a
romper con el centenario esquema del minifundio para constituirse en el mayor
latifundio de Los Santos y Herrera.
El
asunto no termina aquí, porque has de saber que las reservas probables de la
mina ascienden a 11,175 kilos de oro. Es decir, 24,585 libras que representan
393,360 onzas del aurífero metal. Dicho de otra manera, al precio del oro
actual la mina tendría un valor de B/ 613,798,944. Además, mire usted por dónde
va lo cosa, porque producir una onza de oro requiere procesar hasta 1.5
toneladas de roca, lo que indica que la mina santeña tendrá que moler 590 mil
toneladas de mineral que ha de ser tratado con cianuro , generará
polución y contaminación de las fuentes hídricas, aparte del saqueo aurífero
que la mina representa. Y piensa que estoy dejando por fuera el uso de
dinamita, la demanda de agua, el consumo de electricidad, la contaminación
acústica, la seguridad laboral, la compra de la tierra y la expulsión de la
población, etc.
Visto
así queda claro que la cuestión de Cerro Quema no es tan sólo un problema de
destrucción y contaminación ambiental, porque el engendro también representa un
descarado saqueo del oro de nuestra tierra, una burla a nuestra gente (a
quienes se les ofrece una migaja salarial), una publicidad engañosa en la que
se venden y cacarean los “obsequios”
mineros (deducibles de impuesto sobre la renta), la puesta en ejecución de una
política para cooptar a funcionarios y
líderes comunitarios, además de que se pregonan “regalías” que apenas
representan 4 centavos de cada balboa. Es decir, si aplicamos a la ganancia bruta
la reciente reforma a la ley minera, resulta que el estado recibirá B/
24,551,957.76 por la explotación de Cerro Quema, mientras ésta se embolsa B/
589,246,986.00
En
síntesis, lo más ofensivo de toda esta pantomima minera es comprobar que los
señores de Cerro Quema, encima de que se quedan con la riqueza que nos
pertenece, además pretenden que guardemos un cauteloso silencio y les
agradezcamos semejante “generosidad” empresarial. En el Potosí santeño el
esquema de publicidad está montado, la argucia legal se encuentra a la orden
del día y las moneditas comenzaron a rodar para que el engranaje del pillaje
convierta a Cerro Quema en otra muestra de rapiña minera, todo protegido bajo
el sacro palio del “compromiso social y la responsabilidad ambiental”.
.....mpr...
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