CENTENARIO DE LA SEÑORA LIDIA MENDIETA NIETO
El 16 de octubre se
cumple el primer centenario del natalicio de Lidia Mendieta Nieto, nacida en La
Guaca, pero residente en Bella Vista, comunidades del distrito guarareño. Ella integra
el grupo de matronas que contribuyeron al desarrollo del villorrio
conocido como El Potrero y que luego mudó su nombre hacia el ya apuntado, Bella
Vista de Guararé. Fue parte integrante de mujeres que, como su hermana Paula Mendieta Nieto
y mi madre, Mercedes Rodríguez Villarreal, terminaron fundando hogares con
hombres bellavisteños.
En el archivo parroquial
del templo a la Virgen de Las Mercedes el cura Ubaldino Córdoba registró su nacimiento
en la partida 1421. Afirma:
“En la parroquia de
Guararé á diecinueve de Noviembre de mil novecientos veintidós, yo el Cura
bauticé solemnemente una niña que nació el dieciséis de octubre último, hija de
Emilia Nieto á quien puse por nombre Lidia. Abuelos maternos Santiago Nieto y
Águeda Muñoz. Fueron padrinos Dolores Zarzavilla y Aleja Saavedra á quienes
advertí sus obligaciones y parentesco”
Ella casó con Pastor
Vásquez y la pareja aportó a la comunidad una prole numerosa: Olga, Oreida,
Orlando, Otilia, Osvaldo, Omiceida, Oreste, Oderay y Onilda. Se trasladó al
poblado con su esposo en el año 1940, joven, con apenas 17 años. En la
constancia parroquial del matrimonio eclesiástico se ofrecen detalles de los
contrayentes a quienes une en el sagrado vínculo el sacerdote Ubaldino Córdoba,
el mismo que la había bautizado casi dos décadas atrás. Así lo confirma el presbítero:
“En la parroquia de
Guararé, á ocho de Mayo de mil novecientos cuarenta, se presentaron ante mí con
el objeto de practicar información canónica para contraer matrimonio los
señores Pastor Vásquez y Lidia Mendieta, el primero es hijo natural de José
Vergara y Práxedes Vásquez, de veintiocho años de edad, y la segunda es hija
natural de Manuel Mendieta y Emilia Nieto de diecisiete años, ambos
pretendientes son solteros, católicos naturales y vecinos de esta parroquia y
saben los principales rudimentos de la
doctrina cristiana. Como testigos presentaron á los señores Domingo Espino y
Augusto Pérez, mayores de edad, naturales y vecinos de esta parroquia y sin
generales de derecho, quienes bajo la gravedad del juramento declararon que los
conocen de vista, trato y comunicación, que son solteros naturales y vecinos de
esta parroquia, y que no tienen ningún impedimento, lo que consta también de la
exposición reservada de los pretendientes, para constancia firman todos
conmigo”
De aquellas nupcias han transcurrido
ochenta y dos años, y aún los descendientes Vásquez Mendieta reciben la gracia
divina de poder encender la velita número cien de la vida terrena de la señora Lidia,
conmemorando su centenario. Yo que tengo la dicha de conocerla y de valorar la
seriedad del matrimonio que forjó, visto a través de la vida proba de sus
hijos, me regocijo de poder escribir esta cuartilla para una mujer que
representa, en mi pueblo natal, el valor de la virtud, la responsabilidad y la
maternidad bien entendida.
…….mpr…
En las faldas de cerro El Barco, Villa de Los Santos, a 5 de octubre de
2022.
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