Lo de la Procuradora de la Nación, me refiero a su destitución, es inadmisible en un régimen de derecho. Con truculancia no se debería torcer la justicia. Sin embargo, (¡Pobre Panamá!), algunas voces que se escuchan claman al cielo pidiendo justicia, y hasta se rasgan las vestiduras, cuando en el pasado reciente cometieron iguales o parecidos desatinos. Y mientras tanto, los dos bloques del poder ístmico (uno en el gobierno y otro en la "oposición"), lejos de las reclamaciones populares y de la suerte de Ana Matilde Gómez, colocan sus ojitos en el 2014.
....mpr...
Sinceramente ¡siento vergüenza.¡
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