Nombre con reminiscencias indígenas. La plaza colonial con los “blanquitos” morando entorno al templo que atalaya los cerros y atisba las habitaciones que la quincha convirtió en vivienda campesina. Poco ha quedado de su abolengo colonial. Siempre Parita a la vera de la carretera que, como lengua de asfalto, forja la columna vertebral de la Península. Tacita de Oro le llamaron en siglos pasados, mientras los diablicos con sus rostros demoníacos se ríen de la vida que parsimoniosamente transcurre entre sus calles.
El portal incursiona en los problemas y propuestas del desarrollo de una deterrminada zona geográfica de la República de Panamá: la Península de Azuero. La región la integran las provincias de Los Santos y Herrera, así como parte de la sección sur de Veraguas. En ella se cobija a una población noble y trabajadora que confía en sus potencialidades. Porque tenemos fe en tal empeño comunitario, abrimos al debate nuestra percepción sobre esa realidad.
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