La fiesta de la eucaristía, que desde Lieja en Bélgica (1208) se hizo española y luego panameña. Autos sacramentales y procesiones por las calles de Europa y de la Villa de Los Santos. Lo sacro y lo profano que se mezclan y se esconden en las máscaras de los diablicos satánicos, el zaracundé de la negritud, los negros gallotes, la conquista de México en la Montezuma española (la clásica y la cabezona), el Torito de reminiscencia campesinas y esas Enanas que bailan togadas con su largas capuchas. El pueblo que se burla de sus autoridades y la rigidez de la norma social al son de tambores, con parrampanes y mojigangas. Corpus Christi en La Villa, castañuelas, guitarras, el chivo y la gente que deambula por la plaza. ¡Ah!, y la Santísima Trinidad, la cuarteada del sol, la Octava y el Corazón de Jesús. Miro ese Corpus de mi gente, ¡y qué orgullo siento de haber nacido en esta tierra!
El portal incursiona en los problemas y propuestas del desarrollo de una deterrminada zona geográfica de la República de Panamá: la Península de Azuero. La región la integran las provincias de Los Santos y Herrera, así como parte de la sección sur de Veraguas. En ella se cobija a una población noble y trabajadora que confía en sus potencialidades. Porque tenemos fe en tal empeño comunitario, abrimos al debate nuestra percepción sobre esa realidad.
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