Hermosa y milenaria corriente. Algo más de 108 kilómetros desde Las Minas hasta el golfo. Toda una historia apenas contada, porque por su cauce transcurre la vida de la Península de Cubitá. Agua para todos. Siempre regalada en un gesto de amor para con la gente que mora en la Península. Afluentes que le nutren para que al abrir el grifo, toda ella salga a borbotones. Y qué descuidados y malagradecidos somos. El Río La Villa, el Cubitá indígena, nos entrega su vida y nosotros le llenamos de muerte: millones de litros de aguas negras, agroquímicos y ese derroche del poco me importa que contamina hasta el golfo. ¿Cuánto durará nuestro río?, yo no lo sé; pero hasta los gotas que se posan sobre la piedra gritan su destrucción ambiental.
El portal incursiona en los problemas y propuestas del desarrollo de una deterrminada zona geográfica de la República de Panamá: la Península de Azuero. La región la integran las provincias de Los Santos y Herrera, así como parte de la sección sur de Veraguas. En ella se cobija a una población noble y trabajadora que confía en sus potencialidades. Porque tenemos fe en tal empeño comunitario, abrimos al debate nuestra percepción sobre esa realidad.
El agua del Rio La Villa es una de las más ricas que he probado.
ResponderEliminarSaludos Profesor!