El verbo quemar hace alusión a consumir algo con el fuego, pero metafóricamente
el panameño también lo usa para indicar la infidelidad marital. En nuestra
península Quema es el nombre de un cerro, como si la denominación quisiera
indicarnos que su explotación podría sumirnos en llamaradas de destrucción. Y
quema el paisano la tierra y en los basureros se queman los desperdicios,
aunque el humo nos ahogue y nos conduzca al neumólogo. Se quema el planeta y
nadie parece importarle. A lo mejor tendremos que salir a la calle gritando “fuego”, “fuego”, para que
arriben por allí los bomberos y apaguen de una vez por todas el incendio que
consume al astro que habitamos.
El portal incursiona en los problemas y propuestas del desarrollo de una deterrminada zona geográfica de la República de Panamá: la Península de Azuero. La región la integran las provincias de Los Santos y Herrera, así como parte de la sección sur de Veraguas. En ella se cobija a una población noble y trabajadora que confía en sus potencialidades. Porque tenemos fe en tal empeño comunitario, abrimos al debate nuestra percepción sobre esa realidad.
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