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30 enero 2023

Osorio Gil, Eliécer. 15 RELATOS PARA UN BUEN CAFÉ. Panamá: Editora Novo Art., 2022, 276 págs.




Libros, siempre libros, libros

Osorio Gil, Eliécer. 15 RELATOS PARA UN BUEN CAFÉ. Panamá: Editora Novo Art., 2022, 276 págs.

He leído con gran provecho el libro de cuentos de Eliécer Osorio Gil y me ha traído a la mente viejas lecturas, de las que florecieron en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, aquéllas que relataban estampas sobre las herreranas tierras ocueñas. Esa zona de los manitos a quienes debemos los istmeños partes de nuestra panameñidad.

Laten en ellas un sano orgullo de raigambre campesina, porque el autor se solaza relatando cuadros costumbristas y personajes populares. Lo disfruté, porque los llamados cuentos son más que cuentos, representan visiones sociológicas de la tierra de Ernesto de Jesús Castillero, porque agazapado en las descripciones descubrimos un mundo de relaciones sociales y de poder que aún subyace expresándose en formas más contemporáneas. Incluso del encuentro con otras culturas, como en el caso de la asiática que se expande por los campos desde mediados del siglo XIX y que ha tenido en los tiempos actuales un renovado impulso.

Encuentro un libro que quiere exponer cuentos, como queda dicho, pero que, a ratos, y solo por momentos, posee párrafos que parecen ensayos, aunque ello no debilitada la calidad de lo narrado. Debo decir que hay en el texto el embrión de una novela. Me luce que el autor podría ser novelista, lo que es evidente en la extensión de algunos relatos y en el manejo y descripciones de personajes.

Lo valioso del esfuerzo editorial de Osorio Gil radica en esa vuelta a la tierra de El Tijera, en relatos que son parecidos, pero no exactamente iguales a los escritores que le antecedieron, porque sabe imprimirle su sello personal y los cuentos no tienen esa carga de nostalgia de tiempos idos. O, mejor dicho, la posee en algún grado, pero sin que se convierta en cabanga literaria.

El texto es otra muestra de que la mundialización no ha logrado doblegar lo que somos, que insistimos por todos los medios (música, danzas, festivales y literatura) en la valoración de la cultura de la península de Cubitá. Por eso el libro es tan significativo y vale la pena leerlo, porque vuelve a decirnos, como ya lo hicieron otros autores del pasado, que la sociedad en que moramos tiene sus propios valores, los que constituyen su élan vital, y que no tenemos por qué ser la fotocopia cultural de otro.

…….mpr…

30/I/2023

 

 


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