La fecha que el título plasma es emblemática para el
guarareñismo, ya que en ese momento surge el municipio de Guararé. Y no es el primer
y único intento de fundación municipal, ya que con anterioridad se pretendió
crearlo, pero no se logró la continuidad de tal propósito, ya que al poco
tiempo se eliminó tal amago de creación distrital.
Hay que tener presente que el siglo XIX es vital para comprender
la evolución comunitaria que nos ocupa, no sólo por las transformaciones que acaecen
en el plano nacional, sino por la presencia de personajes como Bibiana Pérez
(1848-1940), Juana Vernaza (1843-1937), José de la Rosa Poveda (1864-1917) y,
ya al final de la centuria, el nacimiento de Manuel Fernando de Las Mercedes
Zárate (1899-1968). Tampoco hay que tirar en saco roto la relevancia de la
creación de la parroquia a la Virgen de Las Mercedes, hecho acaecido el 31 de
julio de 1869.
Si bien en la nonagésima centuria la villa ya tiene formato
de pueblo, la presencia del asentamiento humano se forja en los siglos
precedentes, particularmente en el siglo XVIII, cuando se articula el espacio
urbano y se va dibujando la cuadrícula que emula el ágora griega que ya existía
en ciudades como la Villa de Los Santos y Parita.
En esa línea de evolución histórica, el siglo XX representa
un empuje renovado en la trayectoria municipal, con la adhesión a la separación
de Panamá de Colombia (10 de noviembre de 1903) y el impulso a la educación
primaria que se dibuja desde las últimas décadas de la centuria decimonónica. Al respecto, hay que recordar las
organizaciones sociales que surgen al calor de la Escuela Mixta, la que tiene
como instructores a Manuel F. Zárate, Emérita Correa, José E. Brandao y
Virgilio Angulo, entre otros connotados educadores; instructores que dinamizan
la cuestión cultural en los años veinte.
Otros acontecimientos que marcan la centuria son la creación
del Festival Nacional de La Mejorana (1949), el surgimiento del Club de Leones
(1950) y la Cooperativa José del Carmen Domínguez (1957). A los que debemos
añadir el rol de la Escuela Juana Vernaza (cuyo edificio se inaugura en 1936), la
Cooperativa Reyes Espino (1967), el Museo Manuel F. Zárate (1969), el Colegio
Francisco Castillero Carrión (1970), y, ya al finalizar el siglo, el
surgimiento de la Cooperativa Nuevo Amanecer (1999).
Y todo este conjunto de eventos y organizaciones también
contaron con la presencia de la empresa privada, desde los pequeños quioscos
hasta los supermercados, al igual que el esfuerzo de la actividad agrícola y
pecuaria. En este punto conviene no olvidar la revolucionaria visión
empresarial de Reyes Espino, cuya impronta aún es visible en el poblado.
Más recientemente, en la trayectoria de vida municipal,
aparecen organizaciones y eventos como Todos Somos Guararé, Expo Arte y la
Escuela de Arte, sin olvidar el dinamismo de la alcaldía del distrito guarareño
y la Cooperativa de Artesanos, Artegua (2014).
Lo arriba señalado no busca ser un
listado exhaustivo -porque seguramente hay otros acontecimientos y personajes-
solo pretende indicar que existe un despertar organizativo en la tierra de
Benita Pérez y Costa Polo, que no debe decaer y que ha de ser estimulado,
porque el relevo generacional tiene que cumplir su papel renovador, tanto en la
cabecera del distrito, como en los demás corregimientos de esta tierra que
duerme a la vera del río Guararé, se abriga con el cerro Canajagua, experimenta
los vientos alisios de los litorales peninsulares y en donde la silueta de la mejorana
se erige como emblema del guarareñismo.
…….mpr…
7/I/2025
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