Madroño en flor. Próximo a El Cruce a Sabanangrande, Los Santos |
Su nombre científico es Calycophyllum Candidissimum, pero la gente le conoce como “madroño”. Florece para esta época, en diciembre, y su floración parece anunciar el nacimiento del Redentor y el inicio del próximo año. El árbol se viste de blanco, como si con sus flores pretendiera gritar al mundo: “Miren, aquí estoy. ¿No ves que soy hermoso, no me destruyas”. Y yo le miro en la distancia y curioso me acerco para descubrir a los miles de insectos, en especial, las abejas, que acuden atraídas por un aroma no muy grato al olfato. Por eso, mientras las gentes pasan raudas y se alejan presurosas de su influjo y de su olor a bosque, me quedo pensando que como él, como el madroño, hace muchos años los hombres tampoco entendimos el mensaje de Aquél que murió en una cruz. Muy pocos vieron una flor en el Nazareno y los más rechazaron su presencia. Sin embargo, pese a todo, el madroño está allí, albo, blanco, anunciando la Navidad y esperando que entendamos el mensaje oculto de su floración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario